lunes, 4 de junio de 2012

Hoy la luna llena

Pan, Sátiro o Fauno (un ser que es mitad hombre y mitad macho cabrío, vulgo cabrón), zoofilias míticas aparte, es el espíritu, numen o semidios de la libido, de la fuerza erótica primigenia, de la creatividad, la fecundación y la reproducción: cuando mete y arremete, tope donde tope, es imparable.
Fauno, versión romana del griego Pan, es protector de los pastores, de sus rebaños y ganado, de los bosques y los campos silvestres. Y entre que protege y supervisa, un ojo al gato y otro al garabato, el Fauno persigue sin descanso a las Ninfas para hacerles el amor; hasta que cae fulminado por el orgasmo. Es el momento en que aprovecha para dormir la siesta; y ay de quien se atreva a despertarlo, pues sufrirá su ira persecutoria (de ahí el término pán-ico).
Pan es el semidios griego que encarna el principio vital. La etimología de su nombre ya avisa de que se trata de la condición humana de placer que impregna y nutre todo (pan-demia de cariiño). Su origen deforme, con cuernos y patas de chivo, se atribuye a que fue hijo de Penélope que tuvo trato con todos sus pretendientes en ausencia de su esposo Odiseo (o Ulises). Por lo mismo, Pan fue desconocido y abandonado en el campo, donde fue criado por pastores y Ninfas. Así creció fuerte y presa de un gran apetito... carnal. Casi no hubo Ninfa que se le resisitiera. Entre las famosas se encuentra Eco (de quien aún resuenan sus gritos orgásmicos); Selene que aceptó cabalgar bien sentadita en Pan, a condición de que éste la llevase a viajar alrededor del mundo (como la luna); y Siringe, a la que sedujo en montes y valles hasta que ella, cansada de coitos insanciables, se metamorfoseó en caña. Pan, desesperado y enamorado (más que enamorado, Pan se hallaba enculado, como vulgarmente se dice de quien ha encontrado a su pareja erótica), no pudo adivinar cuál de las muchas cañas que crecían al borde del río era Siringe, así que decidió cortarlas en trozos y amarrarlas con cera y soga para soplar, besar y succionar humores y jugos de la ninfa Siringe. De ahí surgió la famosa flauta de Pan: siringa, zampoña o carambillo, con la cual por cierto, venció como flautista al mismísimo dios Apolo.
Sátiro, variante menor de Pan, es más genio o duende que semidios. Hermano de las Ninfas y pariente de Sileno y Príapo, el Sátiro es reconocido sobre todo, como animado danzante del cortejo de Dioniso (Baco para los romanos), el dios de los rituales iniciáticos del amorsch, la embriaguez y los estados alterados de conciencia que conducen al éxtasis. Los Sátiros se encuentran casi siempre de buen humor -mientras no interrumpan su siesta- y son proclives a la sátira, forma del sentido del humor que ridiculiza o compone ataques mordaces en contra de seres solemnes, prepotentes o petulantes.

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